El primer ministro español dice que no sabía "nada" sobre el caso de corrupción

El caso se suma a la creciente presión jurídica y política sobre Sánchez, uno de los líderes socialistas más longevos de Europa y cuyo círculo íntimo se enfrenta a varias investigaciones en curso.

Santos Cerdán, secretario de organización del partido y su tercera figura de mayor rango, es sospechoso de ser cómplice en la presunta adjudicación indebida de contratos públicos, según un informe judicial recién publicado.

Cerdán, diputado, dimitió de todos sus cargos "para defender" al Gobierno y al partido, añadiendo en un comunicado que "nunca cometió ningún acto ilegal".

Poco después, Sánchez dijo en una conferencia de prensa que no sabía "absolutamente nada" sobre las acusaciones de corrupción contra su antiguo colaborador, habiéndose enterado de ellas por la prensa el jueves temprano.

"Nunca debimos haber confiado en él", afirmó el primer ministro, añadiendo que había exigido la dimisión de Cerdán.

Un juez afirmó que un informe policial "revela la existencia de indicios consistentes" que sugieren que Cerdán actuó en connivencia con el exministro de Transportes José Luis Ábalos y el exasesor de éste, Koldo García Izaguirre, a cambio de beneficios económicos.

La posición de Cerdán se volvió insostenible después de que el jueves se publicaran en la prensa extractos de grabaciones que supuestamente captan conversaciones con Ábalos y García.

En las grabaciones, los tres hombres parecen discutir pagos secretos de comisiones por parte de empresas a cambio de contratos públicos.

Cerdán ha sido citado a declarar voluntariamente ante el Tribunal Supremo el próximo 25 de junio.

Los diputados del principal partido de oposición, el Partido Popular (PP), recibieron a Cerdán en el parlamento con cánticos de "dimisión".

"Si alguien tenía dudas de que había una red mafiosa detrás del partido gobernante y del Gobierno, supongo que esas dudas ya se han disipado", dijo a la prensa el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al tiempo que pedía la dimisión de Sánchez.

"Esto es inaceptable en un país de la Unión Europea. Un primer ministro europeo no duraría ni diez minutos después de las revelaciones que hemos visto en las últimas semanas", añadió.

Pero Sánchez descartó convocar elecciones anticipadas, afirmando que el caso "no afecta al gobierno de España, sólo al partido".

'Campaña de desprestigio'

Decenas de miles de personas participaron el domingo en Madrid en una protesta contra el Gobierno de Sánchez convocada por el PP.

Ábalos, quien fue ministro de Transportes entre 2018 y 2021 y en su día fue una figura clave en la administración de Sánchez, está acusado de recibir comisiones ilegales a través de contratos empresariales.

Se enfrenta a cargos de corrupción, tráfico de influencias y malversación de fondos.

Ábalos fue destituido del gabinete de Sánchez en 2021 y expulsado del Partido Socialista a principios de este año, pero sigue siendo miembro del Parlamento como independiente.

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Su inmunidad parlamentaria fue suspendida en enero. Durante una audiencia judicial en diciembre, negó haber recibido sobornos y sostuvo que no hubo irregularidades.

La esposa de Sánchez, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez, también son objeto de investigaciones separadas por corrupción.

Y el fiscal general de España, Álvaro García Ortiz, designado por el gobierno de Sánchez, se enfrenta a un posible juicio por sospechas de que filtró archivos de casos secretos relacionados con la pareja de Isabel Díaz Ayuso, la poderosa líder conservadora de la región de Madrid.

El primer ministro español ha rechazado las investigaciones contra miembros de su círculo íntimo como parte de una "campaña de desprestigio" llevada a cabo por la derecha para socavar a su Gobierno.

Sánchez llegó al poder en junio de 2018 después de derrocar a su predecesor, Mariano Rajoy, en una moción de censura por escándalos de corrupción que involucraban al PP.

Las encuestas de opinión más recientes muestran que el PP mantiene una ligera ventaja sobre los socialistas.